sábado, 18 de mayo de 2013

La inmigración en nuestro país

La inmigración llega a España.

España hasta hace pocos años era un país emisor de emigrantes,  pero a partir de finales de los años 80 la cosa cambia, España se transforma en un país de destino. Esta tendencia se confirma a finales de los 90.
Según el Instituto Nacional de Estadística de España , mientras que en 1981 habían en España 198.042 extranjeros, en el año 2000 ya llegaban a más de novecientos mil, representando cerca del 2,28% del total de la población española. Para el 2005 ya representaban más del 8%, es decir más de tres millones y medio de extranjeros censados en todo el Estado español. En 2012 la cifra ya casi llegaba a los seis millones de extranjeros residentes en España (muchos ya con nacionalidad española).



El 53,40% de los extranjeros censados en 2005 eran varones, frente a un 46,60% de mujeres. Sin embargo, se encuentran diferencias importantes dependiendo del origen de los inmigrantes: 
  • Hay mayor porcentaje de mujeres que de hombres entre los inmigrantes procedentes de Sudamérica. 
  • La proporción entre mujeres y hombres del continente europeo es ligeramente favorables a los varones (un 52,41% de hombres).
  • Los hombres son claramente mayoritarios en la inmigración de origen africano, la proporción de mujeres en este colectivo es de tan sólo 31,81%.
La edad media de los inmigrantes estaría entre los 20 y 40 años debido a que principalmente vienen a trabajar por lo que esa edad es idónea.

La llegada de extranjeros a España conlleva tanto consecuencias buenas como malas. Podemos decir que la multiculturalidad es un aspecto muy positivo e importante, ya que en España se pueden encontrar muchísimas nacionalidades. Lo malo de la inmigración sería los trabajos que quitan a los españoles y algunos brotes de xenofobia aislados que se crean en la población.



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